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Con la ciencia se aprende... y se juega

  • Más de 300 estudiantes participan en la First Lego League construyendo robots para solucionar problemas concretos basados en el ciclo del agua

Nunca faltan en las cartas a los Reyes Magos. Lego Batman, Lego estación de esquí, Lego Nasa, Lego Los Vengadores... y un largo etcétera de modelos de una marca que, básicamente, fabrica desde 1932 bloques de plástico que pueden ensamblarse para hacer todas las construcciones habidas y por haber. Sin embargo, construir castillos, barcos o circuitos para coches no tiene que ser, exclusivamente, un juego. Lego se lanzó hace unos años con la creación de una filial, Lego Education, que pretendía transmitir y enseñar que con estos montajes se puede aprender, y mucho. También hace ya varios año, 12 para ser exactos, nació la Lego League, una competición que enfrenta a centros educativos de todo el mundo para motivar a los alumnos a que creen robots con estas piezas siguiendo alguna pauta concreta. Durante estos años se ha convocado esta original liga con objetivos como reflexionar sobre las necesidades de las personas con discapacidades para ayudarlos a llevar a cabo esas tareas cotidianas que tan normales parecen a la mayoría de la gente -con la convocatoria No Limits- o viajar a parajes remotos del Ártico para estudiar los cambios climáticos en el planeta y las posibles consecuencias del calentamiento global en la humanidad -a través de Artic Impact-.

Los escolares cordobeses también llevan rompiéndose la cabeza unos cuantos años y presentando sus trabajos a esta Lego League, que se celebra a nivel provincial para después subir hasta la competición nacional, presentando creaciones que a muchos le parecerían obra de los más avanzados arquitectos, científicos o ingenieros.

La competición se celebra desde hace varios años con distintos objetivos

Este año, el objetivo de la competición se ha centrado en el ciclo humano del agua y los participantes han trabajado en equipos para diseñar, construir y programar un robot, así como desarrollar un proyecto científico que dé solución a un problema concreto. Siempre, además, demostrando que se han interiorizado los valores First Lego League, pilar fundamental del programa.

Y el lugar de esta competición fue la sede de la Diputación, entidad colaboradora. El Palacio de la Merced se convirtió en el gran laboratorio del agua, que se veía circular a través de los tradicionales círculos que coronan estos bloques de colores. Por allí se vio a grupos dándolo todo, algunos, incluso, con disfraces de Mario Bros, otros bien uniformados luciendo los logos de sus grupos e institutos. Jóvenes de 10 a 16 años que poco antes del fallo del jurado se montaron la gran fiesta demostrando que con la ciencia se aprende, se juega y se divierte. La competición fue dura.

Las creaciones parecían salidas de películas de ciencia ficción y los alumnos mostraban sus robots como si se tratase de lo mejor que habían hecho en sus vidas. El reto era duro y alcanzar el primer premio también porque se presentaron, nada más y nada menos, que 15 centros educativos y unos 300 alumnos con sus correspondientes profesores.

Mientras algunos bailaban en el escenario otros se preguntaban, mordiéndose las uñas: "¿Ganaremos algo? Porque vamos, nos ha salido mejor aquí que en el colegio". Y claro que ganaron, aprendieron el modo de descubrir a través de la experiencia. Pero como en una liga siempre debe haber vencedores, en el momento del fallo se hizo el silencio. La First Lego League contaba con seis galardones premiando distintos valores aprendidos durante el proyecto y el premio principal, cuyos ganadores podrán ir al torneo nacional, que se celebrará en Logroño el mes que viene.

Los galardonados fueron, en la categoría de Valores Lego, los alumnos de la academia de robótica B-WIT (la única empresa de Córdoba que ha llevado a dos equipos a la gran final de España y que se ha clasificado para una final internacional); en Proyecto Científico, Guillermo Dynamics; en Diseño del Robot, los alumnos de Salesianos; en Comportamiento de Robot, B-Linx (también de B-WIT); en Emprendimiento, Smurfs Priegobot F3 (del instituto Fernando III El Santo de Priego), y en Jóvenes Promesas, el grupo Los Vikingos. Los ganadores máximos, los que irán a la final de Logroño, serán también alumnos del citado instituto prieguense, en este caso, el equipo Leaks Priegobot F3. Estos cinco alumnos de cuarto de Secundaria, coordinados por su profesor Miguel Ángel, han diseñado un robot que permite generar energía eléctrica a través del ciclo del agua. El profesor explicó que ya son varios años los que llevan trabajando en proyectos como éste y en ese tiempo han conseguido, gracias a la apuesta por la robótica del instituto, participar, entre otras competiciones, en la prestigiosa World Robot Olympiad.

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