La calidad del aire de Córdoba está en entredicho. Es más, en el año 2018 la provincia se llevó el triste premio de ser superada únicamente por Jaén respecto en valoración negativa en este ámbito, tras registrar 58 días en los que se superaba el nivel permitido de contaminación por ozono (O3).

El límite establecido de 120 microgramos por metro cúbico se quedó corto para Córdoba, algo que repercute en la salud de sus habitantes. Además, según ha dado a conocer el estudio de Evaluación de la calidad del aire en España, realizado por el Ministerio para la Transición Ecológica, Córdoba ha superado todos los años de estudio (de 2011 a 2018) los valores objetivos.

Los motivos para que el aire cordobés esté contaminado de manera constante se encuentran, según han señalado reiteradamente desde Ecologistas en Acción, en la emisión derivada del tráfico rodado, algo común en las grande aglomeraciones urbanas.

Igualmente, aunque en menor medida, también influye la actividad del sector doméstico, comercial e institucional y la actividad relacionada con el cemento, la cal, y el yeso.

Dicha contaminación ha sido uno de los elementos que han afectado a los cambios que se han producido en el clima. En el mes de mayo del presente año fue declarado por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) como el más seco desde 1959 –cuando la agencia comenzó a realizar los registros–.

De hecho, en el mes de febrero de 2019 se registraron seis días seguidos en los que la presencia del ozono en el aire se disparaba, algo que también sucedió durante ocho días en mayo.

No obstante, estos fenómenos no se están produciendo en Córdoba por primera vez. Según avanza el estudio del Ministerio para la Transición Ecológica, en 2015 se registró la superación del límite diario de partículas en suspensión (PM10).

En el mismo año, también se sobrepasaron los niveles permitidos de contaminación por dióxido de nitrógeno (NO2), aunque era la primera vez que en Córdoba se excedía en la tasa de este elemento, uno de los más perjudiciales para la salud.

En este apartado cabe destacar que las mediciones realizadas en la provincia de Granada muestran que este fenómeno se produce de forma reiterada. En su caso, la media anual se sitúa en 46, sólo por detrás de Madrid (55) y del área de Barcelona (54).

Del mismo modo, Córdoba fue la única provincia que presentó una superación de los niveles de Cadmio (Cd), también en 2015.

Este último elemento se encuentra presente de manera natural en el aire debido a varios procesos, como la descomposición de rocas, y está generalmente presente en los ríos. Sin embargo, la actividad humana genera un exceso del mismo a través de las actividades relacionadas con la manufacturación y el vertido de aguas residuales.

El informe orienta el estudio a conocer los efectos que puede tener la contaminación en los humanos, a través de los valores registrados, pero también destaca que la polución representa una amenaza para la vegetación, en concreto con la presencia elevada de dióxido de azufre (SO2) –del cual no se han registrado excesos en el territorio nacional–, del ozono y de los óxidos de nitrógeno totales.

Por lo tanto, la elevada presencia de partículas de ozono en el aire es el mayor problema de contaminación del aire en Córdoba, ya que el informe no subraya que se superen otros valores establecidos en la provincia

En este caso, el problema es compartido a nivel regional, ya que todo el territorio andaluz se encuentra bajo este tipo de contaminación, y todo el área presenta riesgos para la salud humana y vegetal.

En la capital, de momento, el nuevo gobierno de PP y Cs no se ha pronunciado todavía sobre la ejecución del Plan de Calidad del Aire.