Una caída generalizada del sistema informático Diraya del Servicio Andaluz de Salud (SAS) dejó durante buena parte de la tarde de ayer sin posibilidad de conseguir una cita médica, así como de consultar los historiales médicos de todos los pacientes andaluces. Según ha podido confirmar este periódico, la caída que se atribuye a un problema informático y no a un ataque a los sistemas del SAS, ha comenzado a las 15:00 y desde la Consejería de Salud, aseguraron a este periódico que se subsanó apenas dos horas después. No obstante, desde los sindicatos matizaron que la inactividad del sistema se prolongó durante casi cinco horas.

Hubo centros sanitarios donde “fallaron las citas” mientras que en otros hospitales, como el Carlos Haya de Málaga, “no se podían ni ver las pruebas clínicas de los pacientes”. Fuentes conocedoras de los hechos, hablaban de “caos” en algunos hospitales donde se “ha tenido que volver al papel, como hace veinte años”. Desde el Hospital Clínico de la capital malagueña, aseguraron que “las urgencias están al borde del colapso”, aunque en distinta medida, la caída afecta a todos los hospitales y centros de salud de Andalucía. 

Fuentes médicas confirmaron que no había posibilidad de “acceder a la historia del paciente y dado a que se están apuntando en papel corremos el peligro que no se grabe esa información”. También reconocieron que “ha habido retrasos en algunas altas porque no se podía hacer los informes médicos y de enfermería correspondientes”.

El sistema Diraya centraliza la gestión sanitaria de los pacientes, desde las historias clínicas, la petición de las citas y las pruebas que los médicos piden para cada paciente y que implican desde radiografías, hasta las analíticas.

No es la primera vez que este sistema informático falla en el SAS. En el año 2018, una incidencia en el proveedor de servicios informáticos dejaba el sistema Diraya sin posibilidad de acceder a las citas de atención primaria. Unos años antes fue una avería eléctrica la que bloqueó el mismo sistema y de las consultas de Atención Primaria ante la imposibilidad de los médicos de incluir los tratamientos y las prescripciones de sus pacientes en el SAS. Los centros de salud se vieron muy perjudicados, ya que la avería afectó a todos los pacientes, así como a través de Salud Responde o la oficina virtual del SAS.