Literatura

Xavier Güell acerca a la Feria del Libro de Córdoba la tensa relación entre el compositor Shostakovich y Stalin

Xavier Güell y Juan Miguel Moreno Calderón, en la Feria del Libro de Córdoba.

Xavier Güell y Juan Miguel Moreno Calderón, en la Feria del Libro de Córdoba. / Miguel Ángel Salas

La tensa relación que existió entre el célebre compositor Dmitri Shostakovich y el dictador ruso Iósif Stalin ha cerrado este domingo la 49 edición de la Feria del Libro de Córdoba con la presentación de la última obra del productor musical y escritor Xavier Güell. 

El triunfo de la música. Shostakovich contra Stalin narra la historia real que enfrentó a estos dos personajes en la Rusia de la primera mitad del siglo XX y de la que salió victorioso el compositor, que se convirtió en uno de los músicos más importantes de su época a pesar de la presión a la que estuvo sometido por el régimen soviético.

Güell ha explicado que en los últimos tres años ha intentado "meterte en la piel" de  Shostakovich para interpretar su mundo. "Shostakovich hubiera sido otra cosa sin la presión de Stalin, sin él no hubiera compuesto nunca la Quinta Sinfonía" y tampoco sería hoy en día uno de los autores más interpretados del mundo.

"Hasta la cuarta sinfonía, su música era revolucionaria", ha resaltado el autor, pero poco antes de cumplir los 30 años "tiene que transformarse como consecuencia de la injerencia brutal de la política en el arte en general y la música en concreto".

El acto ha estado conducido por el catedrático de Piano y coordinador general de Cultura del Ayuntamiento, Juan Miguel Moreno Calderón, que ha destacado que este libro refleja a la perfección la "contradicción del artista frente al poder". En ese sentido, ha señalado que el régimen soviético, que tanto impulsó la educación cultural, coartaba la libertad de expresión y prohibía que los artistas salieran de sus fronteras.

Al respecto, Güell ha incidido en que los artistas en la Unión Soviética tenían que cumplir dos objetivos: que su obra estuviera al alcance del pueblo y que glorificara al sistema soviético. Todo lo que se saliera de esas líneas ponía en peligro a los autores, que eran enviados a los gulag y otros sentenciados a muerte.

El 26 de enero de 1936, se representó en el Teatro Bolshói de Moscú la obra de Shostakovich Lady Macbeth en Mtsensk con la asistencia de Stalin y de la cúpula de su gobierno. La pieza ya se había representado más de 200 veces en la Unión Soviética y en el extranjero con gran éxito, pero ese día Stalin se levantó y se fue.

Al día siguiente, el compositor vio una crítica en Pravda -la publicación oficial del Partido Comunista- titulada Caos en vez de música, que suponía una amenaza directa hacia él. "A partir de ese día, no hay ni uno en el que no deje de tener miedo", por él y por su familia, ha resaltado Güell.

Al respecto, ha aclarado que esto "le pasa a todos los artistas en la Unión Soviética": "El régimen de terror afecta tanto a la creación que lo que hace es arruinar la carrera en la música, la literatura o la pintura de los creadores de su tiempo", de forma que "tienen que transformarse en algo que no son".

Sin embargo, "ese travestismo, esa capacidad para transformarse y hacer una obra distinta sin dejar de ser uno mismo solo lo consigue Shostakovich", ha sentenciado. Tras este suceso, el libro narra cómo el compositor creó la Quinta Sinfonía, logrando el perdón del régimen, para luego caer otra vez en desgracia en 1940, una situación que viviría hasta la muerte de Stalin.

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