Alfonso Osuna, alcalde de La Rambla

"Hay que dignificar la alfarería, pues tenemos precios equiparados a China"

  • El regidor rambleño se plantea no repetir como cabeza de lista de IU en las próximas elecciones municipales

  • "La gestión municipal es inmaculada e inmejorable", defiende

Alfonso Osuna conversa con el director de 'el Día', Juan Ruz, durante la tertulia.

Alfonso Osuna conversa con el director de 'el Día', Juan Ruz, durante la tertulia. / reportaje gráfico: juan ayala

"Afortunadamente, el sector de la alfarería va saliendo de la crisis -reflexiona el alcalde de La Rambla, Alfonso Osuna (IU)-, pues tenemos más empleo y se está produciendo y exportando más". Pero esta recuperación no está exenta de problemas: "Desgraciadamente, hay mucha precariedad y nuestro objetivo es dignificar la cerámica, ya que no se está haciendo negocio de calidad, sino de volumen". El regidor rambleño realiza esta advertencia en el transcurso de una tertulia organizada por el Día en la taberna La Montillana para abordar los retos de su municipio y sus proyectos inmediatos y a medio plazo como regidor.

Y, como no podía ser de otra manera, el sector de la cerámica, uno de los motores económicos de su localidad junto a la agroindustria, centra su preocupación. "Las grandes empresas, que mueven un gran volumen de producción por un pequeño margen de beneficios, cuentan con talleres auxiliares que están asfixiados porque tienen que ser muy competitivos. El problema es que ya tenemos precios equiparados a China, y ese no debería de ser nuestro modelo. La Rambla debe apostar por la calidad y por su tradición", advierte. Aunque, como empresario de profesión, comprende la presión que soporta el sector: "Estas triquiñuelas las hace la necesidad, y al final haces cualquier cosa para no cerrar las puertas", dice.

"Apostamos por un En Barro más abierto y más comercial, pues queremos sobre todo que venga más gente"

La solución es complicada, pero el Ayuntamiento ha puesto su granito de arena dando un giro de 180 grados a la tradicional feria de la cerámica, que el año pasado cambió de fecha, de escenario y de formato. Ahora se llama En Barro y, según avanza el regidor, en la próxima edición, que se celebrará en el mes de junio, habrá más actividades paralelas y se alcanzará un récord de talleres participantes, pues "el éxito del año pasado ha actuado como un efecto llamada para empresas que llevaban un tiempo retiradas de esta cita". "Queremos, sobre todo, que venga más gente, así que apostamos por una feria más abierta y más comercial", dice.

Alfonso Osuna vive su primer mandato como Alcalde tras varias etapas como concejal y, si bien en IU todavía no han hablado de listas -"primero está el programa"-, reconoce que no está en su ánimo volver a encabezar la lista de la coalición de izquierdas: "Mi familia ha tenido muy pocas recompensas con el esfuerzo que hemos dedicado, así que escasos argumentos tengo para decir que voy a continuar", adelanta. Y eso que en el Pleno municipal se vive una "paz social" que se echó en falta al principio del mandato y en corporaciones anteriores: "Afortunadamente, la vida política municipal ha mejorado. Llevamos cuatro o cinco plenos sin acusaciones ni situaciones extrañas, pero no estamos exentos de nuevas historias", dice. El primer edil se refiere a una investigación judicial abierta tras unas denuncias urbanísticas por parte de agentes de la Policía Local y que el juez acaba de archivar al no encontrar indicios de responsabilidad penal por prevaricación administrativa, como se le acusaba: "La gestión municipal es inmaculada e inmejorable", se defiende. Su compañero de partido y predecesor en el cargo, Juan Jiménez Campos, fue inhabilitado por prevaricación administrativa. Y esa losa pesa todavía en algunos asuntos, sobre todo en materia de contratación.

El regidor subraya, sin embargo, que el 90% de los asuntos municipales salen ahora adelante por unanimidad, "de forma consensuada con la oposición", así que confiesa que su equipo se encuentra "tremendamente satisfecho".

Respecto a las iniciativas que pondrá en marcha en lo que queda de mandato, Osuna asume que los ayuntamientos carecen de recursos económicos para "hacer obras faraónicas", aunque sí proyectos que ayudan a mejorar el día a día de los vecinos o a impulsar el desarrollo económico de la localidad. En este sentido, el Consistorio está inmerso en un conjunto de obras encaminadas a fomentar el turismo, apoyado fundamentalmente en la cerámica y en el patrimonio. En este sentido, el Ayuntamiento destinará una subvención del 1,5% cultural a recuperar el antiguo claustro de los dominicos. Además, la oficina de turismo se ubicará en la antigua casa de los peones camineros, una zona que se convertirá en la zona de recepción de visitantes. También está en proyecto la restauración del antigua torre de las Monjas. Todo ello, claro está, con la cerámica como principal reclamo: "No es una oferta turística al uso. Es algo sensorial, de experiencia, porque no se trata de visitar sólo un taller, sino de tocar el barro, modelarlo", invita el alcalde a descubrir.

Otros proyectos inmediatos son la construcción de una ciudad de los niños en la antigua piscina municipal o la habilitación de una escuela de música: "Hemos estado deambulando en diferentes lugares, y definitivamente se quedará en el antiguo edificio donde se desarrollaba el taller municipal de radio", anuncia en el transcurso de la tertulia. Y, en otro orden de asuntos, el alcalde muestra su ilusión por que el botijo, el "símbolo de La Rambla por antonomasia", se convierta en emoticono. "La iniciativa surgió el año pasado y ha logrado ilusionar a mucha gente", dice el regidor. La decisión la tomará este año Unicode, una empresa radicada en Estados Unidos que ya le dio el visto bueno al emoticono de la paella. Mucha suerte.

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