Turismo

Tres pueblos para descubrir la magia de la Subbética

Castillo de Iznájar

Castillo de Iznájar / Turismo de la Subbética

La web Viajar ha puesto el foco en una de las zonas más bonitas y caleidoscópicas de la provincia de Córdoba: la Subbética. En concreto el portal ha elegido varias localidades que destacan no sólo por su herencia artística y cultural, sino también por su riqueza natural. Paisajes de auténtica postal tanto dentro como fuera del núcleo urbano. Calles, plazas, monumentos, montañas y riachuelos que cuentan la historia de Iznájar, Almedinilla y Cabra. 

"Con Iznájar nos adentramos en la Subbética, una comarca definida por su sucesión de sierras y valles. Enclavado en un cerro, Iznájar se asoma como al embalse más grande de Andalucía, inundado por las agua del río Genil, afluente del Guadalquivir", apunta, y continúa diciendo: "Sus calles blancas están coloreadas por infinidad de flores que guían hasta lugares como el Balcón del Beso o el mirador Cruz de San Pedro, en la parte más alta de Iznájar. Un punto privilegiado para contemplar el embalse, especialmente al atardecer. Junto a él, un teatro al aire libre ofrece actividades culturales durante las noches de verano". 

En el caso de Almedinilla, su pasado está marcado por "un yacimiento romano y el poblado íbero Cerro de la Cruz, de los siglos II y III a.C., declarados Bien de Interés Cultural". Quienes busquen un remanso de paz y tranquilidad, siempre pueden perderse por los amplios olivares que "abrigan las cascadas del Zurreón y del Salto del Caballo".

Uno de los pueblos más monumentales de la provincia es Cabra. "El Castillo de los Condes de Cabra nos recibe entre el maravilloso patrimonio barroco". Este es solo el comienzo de un viaje apasionante por "sierras, manantiales y parajes naturales". Ningún visitante puede marcharse sin pasar por la Plaza de la Villa Vieja, donde está la Parroquia de la Asunción y Ángeles.

La revista incluye también en la ruta una localidad del Alto Guadalquivir, Cañete de las Torres, un auténtico paraíso floral, y donde se erige, orgullosa, la Torre del Homenaje, levantadas a mediados del siglo XIV. Dentro está el Museo Histórico Municipal. Además, Viajar muestra su fascinación por la joya de la corona, el Barrio del Huerto del Francés, una de las zonas más fotografiadas del municipio "por sus fachadas pintadas en azul y blanco". 

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