El verano va asociado irremediablemente al helado, uno de los dulces preferidos por niños y mayores, que cada vez alarga más su temporada, pues ya se puede consumir sin ningún tipo de problema fuera de los meses del estío, donde lógicamente el incremento en su consumo es espectacular. Los artesanos heladeros llevan años innovando en el campo de los sabores. Hoy en día, las heladerías ofrecen una cantidad enorme de variedades, más allá de los tradicionales sabores como el turrón, la fresa o el chocolate. Pero cuando el campo del sabor parece ya casi recorrido en su totalidad, surgen otras formas de preparar ese delicioso dulce tan veraniego. Es ahí donde se comenzó a exportar hace un par de años la forma de preparar el helado de los artesanos tailandeses. El procedimiento, llamativo y sorprendente para el cliente, es tan simple como mezclar sobre una plancha a -20ºC una base de leche junto al producto que dará el sabor al helado, ya sean frutas, chocolatinas u otro complemento.

Lo que en Europa se ha llamado helado tailandés hace meses que llegó a España pero en Córdoba ha sido la Heladería Tírate el Rollo la pionera en ofrecer este tipo de helados a sus clientes. "Descubrimos esta forma de elaboración a través de internet, queríamos emprender y necesitábamos algo que fuera innovador", cuenta Sara Porras, una joven cordobesa que junto a su pareja, Isaac Rosa, se ha lanzado al emprendimiento en la hostelería con esta original idea. Este tipo de helados se elaboran en directo, a gusto del cliente, y ese simple proceso ya es motivo para llamar su atención. "Tenemos hasta tres bases para hacer el helado (vegana, sin azúcar ni lactosa, o la normal, que es a base de leche). A la base se le añade uno de los sabores que ofrecemos, que son más de 25, y manualmente se van mezclando hasta que el helado coge cremosidad y cuerpo", cuenta Sara. Entre los sabores que ofrece esta heladería triunfan las más conocidas marcas de chocolatinas, que dan como resultado "helados más cremosos que los tradicionales y de sabor más intenso", apunta Sara Porras. Los helados se rematan con una serie de toppings a gusto del cliente que hacen de cada uno de ellos un postre único.

Esta cafetería ofrece además sorprendentes desayunos y 'wafles', un disfrute para los golosos

Esta innovadora idea le ha valido a la Heladería Tírate el Rollo para contar con una gran aceptación después de apenas un par de meses desde que abrió sus puertas. Pero aunque el helado tailandés es su principal reclamo, esta heladería ofrece muchas más opciones, siempre bajo ese sello de originalidad que la distingue de sus competidoras. "También tenemos wafles, que son una especie de gofres, pero más grandes y que se sirven enrollados, con helado o todo tipo de siropes, galletas, etcétera", apunta Sara. Ahí no acaba la cosa, porque si el cliente busca originalidad, en la Heladería Tírate el Rollo puede encontrar cereales americanos a la hora del desayuno o de la merienda, tan llamativos por su color como la leche de distintas tonalidades con la que Isaac y Sara los acompañan. Todo un choque visual que atrae, como sus propuestas para el desayuno, entre las que destacan el americano o el exótico (a base de frutas tropicales). Juntos a ellos, como cuenta Sara, también sirven "desayunos tradicionales, aunque intentamos hacerlos resaltar de alguna manera para diferenciarnos".

Abierta desde las 08:00 hasta las 13:00 y posteriormente desde las 18:00 hasta el cierre, la Heladería Tírate el Rollo es un ejemplo de que lo tradicional siempre puede abordarse desde una vuelta de tuerca para crear algo original y que sorprenda al cliente.