Empleo

El alumnado de la Universidad de Córdoba tarda cuatro años en encontrar trabajo

  • Las carreras relacionadas con las nuevas tecnologías son las que tienen el mayor éxito de empleabilidad con las de Ciencias de la Salud

Alumnos de la UCO en el Campus de Rabanales.

Alumnos de la UCO en el Campus de Rabanales. / El Día

Cuatro años es la media de tiempo que la mayoría de los alumnos de la Universidad de Córdoba (UCO) tardan en encontrar un trabajo una vez acabada la carrera. Se trata de un periodo que varía según la titulación cursada. 

Las que logran una inserción laboral más inmediata son las relacionadas con las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), impulsadas por la era digital, seguidas de las que pertenecen al ámbito sanitario, que en el caso de la UCO son las que más demandan tienen cada año y, además, las que requieren las notas de acceso más elevadas. El tercer grupo lo conforman diversas Ingenierías (no todas). Las Humanidades, por su parte, son la especialidad en la que este periodo más se ralentiza.

Dichos datos los ha dado a conocer el Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía (IECA) –órgano perteneciente a la Consejería de Transformación Económica, Industria, Conocimiento y Universidades de la Junta– en su estudio sobre Inserción de los Egresados en Universidades Públicas de Andalucía. En él se analiza el salto de la educación universitaria al mercado laboral en una década: desde el curso 2011/12 al 2019/20.

El ámbito temporal en el que se ha puesto la lupa ha sido desde el primer año tras culminar las enseñanzas superiores (ya sean de grado, máster o doctorado) hasta cuatro anualidades después. 

Los resultados del informe son evidentes: la entrada de los universitarios cordobeses en el mercado laboral no resulta inmediata para jóvenes cualificados, pero sí hay un aspecto positivo, pues la tendencia demuestra que esta espera se reduce paulatinamente. De hecho, según reflejan los datos aportados, esta inserción se optimiza para las promociones que han terminado sus estudios recientemente. La única excepción la protagonizan quienes los acabaron en el curso 2015/16, pues se vieron condicionados por los efectos de la pandemia del covid. 

De esta forma, los cordobeses que salieron de la universidad en el primer curso analizado, 2011/12, tuvieron, al pasar cuatro años, un grado de inserción del 60,8%, es decir, poco más de la mitad, un porcentaje que admitía un amplio margen de mejora. Debe tenerse en cuenta aquí que estos jóvenes finalizaron sus estudios en una coyuntura bastante desfavorable, al estar lastrada por los efectos de la crisis económica desatada a finales de 2007, lo que mermó las posibilidades de encontrar trabajo. Fue una época marcada por “la fuga de cerebros” fuera de España, una tendencia que aún continúa. 

Un curso más tarde el mercado laboral resultaba más ventajoso. La promoción de 2012/13 consiguió un 65% de inserción a los cuatro años, cuando ya la secuelas del desplome financiero se dejaban atrás. A partir de ahí la cifra seguiría subiendo, aunque no de forma tan vertiginosa: 2013/14, un 66,8% y 2014/15, con un 68,4%.

Un joven consulta su móvil en el Aulario de Rabanales. Un joven consulta su móvil en el Aulario de Rabanales.

Un joven consulta su móvil en el Aulario de Rabanales. / El Día

Los universitarios titulados por la Universidad de Córdoba en 2015/16 se enfrentaron a los efectos de la crisis sanitaria, por lo que dicho índice sufrió una involución, al quedarse en el 66,6%. En la última analizada, la de 2016/2017 (los cuatro años se cumplieron en 2021), la inserción remontó de forma acentuada, hasta colocarse en el 69,6%, por lo que algo más de dos de cada tres universitarios han encontrado trabajo y están afiliados a la Seguridad Social.

Aunque ese tiempo de espera ha mejorado, aún sigue resultando insuficiente para miles de universitarios que tras concluir sus estudios se encuentran sin un trabajo cualificado, sin ser acorde con su preparación académica. También habría que analizar el tipo de empleo que se consigue tras esos cuatro años.

En este sentido, el informe aporta también un dato positivo. Si el periodo analizado se reduce a un año después de la culminación de la enseñanza universitaria, las salidas laborales más importantes se registran entre los egresados del curso 2019/20, donde dicha inserción llegó al 52,8%, un dato nada despreciable si se tiene en cuenta que el pasado ejercicio coincidió con el momento en el que empezaban a superarse las secuelas económicas de la pandemia. La siguiente promoción con la mejor cifra un año después de acabar la titulación es, nuevamente, la de 2016/17, en la que se llegó al 51,9%. 

Por área de conocimiento

Este dato generalizado debe ser concretado dentro de las distintos ámbitos del conocimiento, entre los que se detectan importantes diferencias. El informe del IECA los clasifica en las grandes ramas para agrupar las titulaciones que oferta la UCO.  

Si se toma como referencia la promoción que acabó los estudios en 2017 y los cuatro años transcurridos, el mejor nivel de empleabilidad lo presentan las enseñanzas relacionadas con las nuevas tecnologías e informática, donde la inserción es del 87,4%. La Universidad de Córdoba oferta el grado de Ingeniería Informática. 

El siguiente ámbito con más posibilidades de encontrar empleo son las Ciencias de la Salud y Servicios Sociales, donde la inserción también resulta bastante alta, con un 85,1% para los universitarios que concluyeron sus estudios en 2017. Este dato aumenta exponencialmente en dos titulaciones, la de Medicina, donde el nivel de empleabilidad es del 92,4%, y en Enfermería, en la que llega al 91,6%. Es más, tal y como ya informó la UCO, todos los grados del área de Ciencias de la Salud se quedaron sin plaza en la primera adjudicación de puestos tras las pruebas de acceso a la Universidad. Además, se trata de titulaciones que registran la nota de corte más elevada cada año en la institución académica

El tercer grupo con mayor empleabilidad es el de las Ingenierías, aunque no todas. Aquí deben destacarse las relacionadas con la Mecánica, la Electrónica, la Industria y el área de construcción civil, cuyo índice de inserción en el mercado de trabajo es del 79%.

En las carreras medioambientales, relacionadas con la Agricultura, Ganadería, Pesca, Silvicultura y Veterinaria, la inserción es del 78,8%. Por cierto, que la UCO es la única institución académica de Andalucía que oferta esta titulación y es otra de las que más demanda tiene cada año; por ejemplo, la nota de acceso de la primera adjudicación ha sido este año de un 12,675, la cuarta más alta. 

En niveles intermedios de inserción laboral se encuentran Servicios (68,3%) y Ciencias Naturales, que engloba Químicas, Físicas y Matemáticas (67,4%).

Por desgracia, el vagón de cola lo siguen conformando las Ciencias Sociales (con un 63,1% de empleabilidad a los cuatro años) y Artes, Humanidades y Lenguas, con un 53,2%. Estas carreras de letras reducen aún más ese porcentaje si la entrada en el mercado de trabajo se analiza al año de acabar los estudios. En este caso, las TIC logran un 81,1%, mientras que las disciplinas de Humanidades se quedan en un 33,6%. Un claro –y alarmante– síntoma del perfil demandado por el tejido productivo.

Muchos expertos ya han avisado del riesgo que supone priorizar el saber técnico sobre el humanístico en la búsqueda de profesionales, pues se aniquila el pensamiento crítico de las futuras generaciones.

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